
Explicación: La Clave para Dar Sentido a lo que PercibimosExplicación: La Clave para Dar Sentido a lo que Percibimos
A mayor cantidad de estímulos, mayor necesidad de que existan filtros en la percepción que seleccionen la información relevante para la persona que la recibe. Diferentes personas utilizarán diferentes filtros y construirán percepciones diferentes y por tanto representaciones.
Las representaciones se generan a partir de esas asociaciones fragmentadas y son producto de la actividad psíquica, por lo que pueden ser modificados de forma consciente o inconsciente para llenar los vacíos de información.
Un alto porcentaje de las decisiones, comportamientos y de la comunicación en los equipos de trabajo se basan en representaciones parciales y difusas de la realidad.
Durante mi formación en la teoría de la comunicación e integración de equipos existía un concepto difícil de cuestionar: es necesario separar los hechos de los juicios: lo que se puede afirmar sin lugar a dudas y aquello que opino sobre ello. Si bien es cierto que el concepto es válido y útil, desde el funcionamiento de nuestro cerebro y de la forma en la que opera y procesa la realidad, hay que darle un matiz diferente. ¿Son los hechos verdaderamente incuestionables, siendo que parten de una representación que no se caracteriza por ser una copia fiel de la realidad?
El concepto es profundo, en términos de nuestro planteamiento la representación en sí es subjetiva y como construcción cabría decir que una conjetura en el sentido mencionado por Paul Ricoeur en su Teoría de la Interpretación, y por tanto requeriría de una explicación que la valide y le de veracidad. Se plantea entonces una dialéctica constante entre aquello que se construye y su cuestionamiento a manera de explicación, lo que debería cerrar la posibilidad de permitir cualquier idea como válida con el pretexto de tener cada uno una representación diferente y construida desde una matriz de influencia distinta. Si yo explico mi construcción me hago consciente de ella, si escucho la tuya puedo integrarla con la mía.
Competencias básicas para la explicación
Autoconocimiento
La identidad, hay que mencionar que la corteza pre-frontal (dorsolateral) se relaciona con la integración de la conciencia de uno mismo con el conocimiento autobiográfico integrando las experiencias emocionales y cognitivas. Esta región, además y en conjunto, es la responsable de funciones ejecutivas de orden superior como la planificación o el establecimiento de metas en las que la anticipación es un eje central como ya se mencionó.
En este punto es ya claro que la historia que nos contamos sobre nosotros mismos desde lo racional y lo emocional, influye de manera importante en la representación que hagamos de la realidad. La respuesta a la pregunta quién soy, lo que me cuento de mí mismo y la representación autobiográfica que haya hecho de lo que me ha ocurrido anteriormente influirán en el filtro desde el que se atenúa o amplifica la percepción y representación de aquello que ahora me pasa, y con ello en la intención que dirigirá los focos en los que pondré mi atención.
Cuanto más se haya trabajado en el autoconocimiento el proceso de explicación al que pretendemos llegar tendrá una base y fondo más profundos.Sobre el proceso de explicación, el autoconocimiento aporta a la construcción de realidades compartidas desde la siguiente premisa: si yo explico lo que estoy representando, puedo hacerme consciente de ello.
La segunda competencia fundamental en el proceso de explicación es la personificación del otro, y esto significa ver a la persona como tal y no como la función que desempeña o su cargo. Permítame explicarlo con un ejemplo, es común en el día a día y en la presión de la operación que lo que nos interese de las personas es la función que realizan especialmente aquella que tiene que ver con las entradas en mi parte del proceso. Desde esta visión las personas se vuelven lo que hacen para mí, y desde la intención de crear realidades compartidas tendrá consecuencias importantes para la comunicación y la integración de los grupos.
Somos mucho más que personas realizando funciones, será mayor la comprensión del fondo desde el que una persona de almacén representa lo ocurrido en una junta de operación, si se considera que tiene dos hijos y uno está enfermo, que viene de un país donde el centro de la educación son las ciencias exactas y todos sus trabajos anteriores han sido en empresas pequeñas y en las que tenía que desempeñar más de un rol.
El proceso de explicación de lo que yo represento no estará completo si no es en contraste con la representación que haya hecho el otro del mismo acontecimiento, y solo puede ser completa si se conoce a quien la hace desde lo que es: una persona con toda la complejidad que eso representa.
Partiendo de esa comprensión es posible integrar su representación desde el proceso de explicación considerando la siguiente premisa; si yo escucho tu explicación, puedo integrarla con la mía.
Si yo explico lo que estoy representando, puedo hacerme consciente de ello.
Personificación del otro
La segunda competencia fundamental en el proceso de explicación es la personificación del otro, y esto significa ver a la persona como tal y no como la función que desempeña o su cargo. Permítame explicarlo con un ejemplo, es común en el día a día y en la presión de la operación que lo que nos interese de las personas es la función que realizan especialmente aquella que tiene que ver con las entradas en mi parte del proceso. Desde esta visión las personas se vuelven lo que hacen para mí, y desde la intención de crear realidades compartidas tendrá consecuencias importantes para la comunicación y la integración de los grupos.
Somos mucho más que personas realizando funciones, será mayor la comprensión del fondo desde el que una persona de almacén representa lo ocurrido en una junta de operación, si se considera que tiene dos hijos y uno está enfermo, que viene de un país donde el centro de la educación son las ciencias exactas y todos sus trabajos anteriores han sido en empresas pequeñas y en las que tenía que desempeñar más de un rol.
El proceso de explicación de lo que yo represento no estará completo si no es en contraste con la representación que haya hecho el otro del mismo acontecimiento, y solo puede ser completa si se conoce a quien la hace desde lo que es: una persona con toda la complejidad que eso representa.
Partiendo de esa comprensión es posible integrar su representación desde el proceso de explicación considerando la siguiente premisa; si yo escucho tu explicación, puedo integrarla con la mía.

Si yo explico lo que ocurrió puedo hacerme consciente de ello, si escucho tu explicación puedo integrarla con la mía.